El arte de criar un cachorro

El arte de criar un cachorro

von: Monks of New Skete

Paidotribo S.L., 2019

ISBN: 9788499109312 , 390 Seiten

Format: ePUB

Kopierschutz: DRM

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Preis: 14,99 EUR

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El arte de criar un cachorro


 

Introducción


Los monasterios no son lugares tan sobrenaturales como solemos imaginar. Si parecen solitarios y apartados del meollo de la actividad social es porque intentan crear un clima que permita un compromiso con la vida en su sentido más profundo y humano, algo que en el mundo actual a menudo se pierde entre el ruido y las distracciones. Si permanecemos en silencio el tiempo suficiente, libres de todo ruido interior y de conversaciones cotidianas, podemos apreciar con un respeto renovado la sabiduría y belleza naturales del mundo que nos rodea y observar los vínculos que nos unen a él. Este silencio perceptivo abre nuestras vidas hacia la reverencia sana y el sobrecogimiento por todo lo que nos rodea; crea una capacidad de aceptación que nos humaniza y nos regala vida.

¿Y qué relación guarda todo esto con criar un cachorro? Nosotros creemos que mucha. Nuestro monasterio está ubicado en una zona rural silenciosa al norte del estado de Nueva York. Como parte de nuestro intento de autofinanciarnos, llevamos más de cuarenta años implicados activamente en la cría y reproducción de pastores alemanes. También llevamos a cabo un plan de adiestramiento abierto a perros de cualquier raza. Durante todo este tiempo, hemos trabajado en estrecha colaboración con numerosos criadores profesionales, adiestradores y veterinarios con el fin de profundizar en nuestra comprensión de todas las facetas del cuidado canino.

Hemos aprendido que nuestro entorno monástico nos ofrece una perspectiva única. Aquí estamos obligados a revisar nuestras actitudes hacia todo, incluidos los perros. De manera constante nos enfrentamos al desafío de abrirnos cada vez más al lenguaje que utilizan los perros para comunicarse con nosotros. Esta experiencia confirma nuestras intuiciones más profundas acerca de las relaciones que se establecen entre los seres humanos no sólo con los perros, sino también con cada aspecto del mundo que habitan.

En nuestro libro How to Be Your Dog’s Best Friend [Cómo ser el mejor amigo de tu perro], recogimos lo aprendido acerca del comportamiento y el adiestramiento de los perros y lo pusimos a disposición de otras personas y sus perros en los variados y diversos entornos en que habitan. Deseábamos fomentar en nuestros lectores un entendimiento más realista de sus perros y aumentar su grado de conciencia de los beneficios que comporta la compañía canina. Aprovechando nuestra experiencia aquí en New Skete, describimos que el adiestramiento canino, en realidad, va mucho más allá de enseñar órdenes básicas de obediencia; debe abarcar un cambio total de actitud hacia su perro y un nuevo estilo de vida. Debe incluir ciertos aspectos de la vida de los perros que con frecuencia han sido ignorados. Por ese motivo analizábamos el asunto más amplio del compañerismo.

Todavía creemos fervientemente en este enfoque, y en los años transcurridos desde la publicación de nuestro primer libro hemos profundizado en nuestro entendimiento y compromiso con los principios que describimos. Seguimos comprometidos de manera activa con la cría de pastores alemanes cada vez más sanos y fiables, y también colaboramos con propietarios de muchas otras razas en el ámbito del adiestramiento. Estas tareas son exigentes, y el hecho de pertenecer a una comunidad tan unida nos permite prestar una especial atención a estas preocupaciones y aprender de ellas.

Sin embargo, todavía apreciamos por todas partes una ignorancia enorme que continúa convirtiendo a los perros en víctimas a merced de la irreflexión y el maltrato por parte de los humanos. Como sabe cualquier persona seriamente involucrada en el tema, el trabajo con perros y sus propietarios es una experiencia agridulce. Con frecuencia nos obliga a presenciar la colisión entre filosofía y realidad. El cachorro entrañable que una semana parece tan adaptable y buen compañero puede convertirse con mucha facilidad en un fastidio incontinente, destructivo e hiperactivo a la siguiente. Lo hemos visto en repetidas ocasiones. Demasiado a menudo una mala gestión produce problemas de conducta irritantes e incluso peligrosos, problemas que con rapidez deterioran el vínculo humano-perro incluso antes de que pueda desarrollarse. Aunque la mayoría de los perros con los que tratamos son inteligentes, alegres y están correctamente adaptados, otros no. Cada día encontramos perros con problemas graves de comportamiento, para los cuales el adiestramiento en obediencia se considera su “última oportunidad”. Por lo general manifiestan signos claros de un mal comienzo en la vida: una mala cría, un grado limitado de manipulación y socialización en su época de cachorros y una falta de comprensión de su dueño respecto a la importancia de una dieta equilibrada, el ejercicio, la disciplina y el adiestramiento en obediencia. Al trabajar en estos casos, es imposible no terminar convencido de que si se les hubiera tratado con más cuidado e inteligencia en su época de cachorros, la mayoría de estos perros nunca habrían desarrollado los problemas que más tarde padecen tanto ellos como sus propietarios.

Si observamos con objetividad el trato que da la gente a sus perros hoy en día, tropezamos con un reflejo escalofriante de irresponsabilidad y falta de compasión. Es complicado referirse al perro como “el mejor amigo del hombre” cuando cada año se sacrifican más de seis millones de perros adultos y cachorros. No nos estamos refiriendo a las muertes compasivas producto de una actuación responsable, sino a la enorme negligencia humana que lleva a la eutanasia.

Para aquellos que duden de las graves implicaciones de esta situación, bastaría una visita a su centro local para animales abandonados para abrirles los ojos. Recordamos a una clienta que desestimó nuestro consejo de esterilizar a su pastora alemana argumentando que le parecía importante que sus hijos vivieran la experiencia de ver nacer a cachorros. Al preguntarle cómo pretendía cuidar y dar un hogar a los cachorros, respondió que no se le había ocurrido en absoluto, y que tal vez contactaría con la protectora de animales local cuando llegara el tiempo de destetarlos. Le preguntamos entonces qué valor tendría una experiencia así si la enseñanza principal que aprenderían sus hijos sería que los cachorros son unos juguetes monísimos de los cuales puedes desprenderte convenientemente una vez que los has usado lo suficiente. Por suerte nuestras preguntas la convencieron de su razonamiento erróneo, y se marchó con una nueva perspectiva acerca de las implicaciones que conlleva traer cachorros al mundo.

En nuestra opinión, el perro no es una posesión, un artículo personal que sirve sólo para nuestro divertimento personal y la gratificación de nuestro ego. Por el contrario, creemos que se trata de un ser vivo autónomo, aunque con una alta orientación a la vida en manada, que posee una increíble capacidad para el compañerismo y el amor. Resulta vital el papel que usted desempeñe al definir la relación con su propio perro. La capacidad es precisamente eso: un potencial natural. Sólo es posible establecer una buena relación con su perro si existe un compromiso consciente con sus necesidades probadas, sus instintos, sus patrones de comportamiento y también sus capacidades.

Conocemos a numerosos entrenadores y conductistas de animales cuya dedicación y talento han ayudado a muchos perros con problemas a cambiar su actitud, permitiéndoles llevar una vida feliz y segura con sus dueños. En estos casos, a menudo los dueños también experimentan un cambio. No obstante, es sensato evitar los problemas de comportamiento antes de que empiecen. Hemos descubierto que la dilucidación de estos problemas es un proceso largo y difícil que requiere una gran cantidad de tiempo, energía y, con frecuencia, también una gran inversión económica. Frente a esta perspectiva, muchos dueños optan simplemente por dar al perro por perdido o bien se arriesgan a intentar controlar el problema sin un adiestramiento correctivo preciso e intensivo. El perro problemático cuyo amo da un paso más allá para intentar solucionar sus problemas es en verdad afortunado.

La clave para desarrollar una relación sana y gratificante con su perro reside en empezar con buen pie durante su etapa de cachorro. La cría de un cachorro es un arte que no sólo está al alcance de aquellos que tienen un don natural. Puede aprenderlo cualquier propietario responsable. Basta con desear un auténtico compañerismo, estar abierto al aprendizaje y estar dispuesto a invertir tiempo y energía en el cuidado y adiestramiento del cachorro. Cuanta más información obtenga acerca del origen, el desarrollo y el adiestramiento de su cachorro, más fácil le resultará acercarse a él con la paciencia y la comprensión necesarias para establecer una relación agradable y provechosa.

Ése es el motivo original por el que escribimos este libro y por lo que estamos agradecidos de poder publicar esta nueva edición celebrando su vigésimo aniversario. Nos siguen apasionando los temas que rodean la Cría de cachorros, y a pesar de los avances que han tenido lugar en las dos últimas décadas,...