Tener una espalda sana (Color)

Tener una espalda sana (Color)

von: Christophe Geoffroy

Paidotribo S.L., 2019

ISBN: 9788499109084 , 295 Seiten

Format: ePUB

Kopierschutz: DRM

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Preis: 7,49 EUR

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Tener una espalda sana (Color)


 

Introducción


¡Un poco de mí, mucho de usted!


Diversas experiencias personales y la presión de mi entorno más cercano me han empujado a escribir esta obra, que también podría titularse Eduque su espalda.

Profesionalmente, suelo estar en contacto con hombres y mujeres de todas las edades, morfotipos diversos y etnias diferentes. Y aunque, en ocasiones proceden de profesiones diametralmente opuestas, tienen como denominador común el dolor de espalda.

“Cuando me duele la espalda, tomo medicamentos.”

“Espero a que desaparezca el dolor.”

“Si me duele la espalda, me quedo quieto.”

“Me he roto la espalda en el trabajo.”

¿Se reconoce?

¡Esto es lo que oigo normalmente!

¿Cómo quedarse de brazos cruzados?

¡Tomemos un poco de perspectiva!


Podríamos creer que el dolor de espalda está relacionado con las tareas repetitivas o con los trabajos pesados. Sin embargo, los casos de lumbalgia comenzaron a manifestarse a partir de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de que se empezaron a reducir las exigencias físicas en la mayoría de las profesiones –sobre todo gracias a la modernización de la maquinaria y a la automatización de ciertos puestos de trabajo–. ¡Una auténtica contradicción!

Durante meses, yo mismo padecí lumbalgia y analicé el impacto que tenía en mi vida diaria: comprendo, mejor que nadie, la importancia de buscar –y encontrar– soluciones para poder superarla.

Mi primera recomendación será: “Para prevenir el dolor de espalda, o para mantener a raya los dolores lumbares: ¡actúe!”

Comience por el “principio”: aprenda a utilizar correctamente su espalda en cada momento.

Y si tiene dolor, sea consecuente: esta actitud le ayudará a determinar la causa o las posibles causas de su malestar.

El enemigo de la espalda: ¡su uso incorrecto!


El hombre tiene la suerte de poder decidir y controlar sus posturas y sus gestos. Pero, por falta de educación y por no sentirlo, no presta atención a su espalda, y, en consecuencia, poco a poco van surgiendo los problemas. Y no se trata de simplificar el día a día para que las cosas evolucionen adecuadamente. Al contrario, llevar una vida cada vez más sedentaria favorecerá la debilitación global de nuestras facultades físicas y mentales. Consecuencia directa: ¡nuestra espalda ha recibido un fuerte revés!

¡El círculo vicioso del que se debe salir pronto!

El sedentarismo unido a un uso incorrecto del cuerpo conduce, a corto o medio plazo, al dolor. Si nuestra actividad física disminuye, utilizamos menos ciertas partes del cuerpo (los muslos o los músculos de la pared lumboabdominal, por ejemplo), por lo que éstas se agarrotan o se atrofian. A la hora de ejecutar una carga de trabajo físico importante, el cuerpo ya no sabe ni puede responder. Se establecen compensaciones, otras zonas del cuerpo son solicitadas en exceso: ¡empiezan los problemas!

Sedentarismo
+
Mal uso
del cuerpo
=
Dolor, a corto
y medio plazo

Actuar y reaccionar


Frente al sufrimiento, como muchos de nosotros, usted busca la solución rápida o el remedio milagroso. Pero acudir de forma ocasional a un terapeuta, por muy bueno que sea, no resolverá nada si a su vez usted no se preocupa:

del funcionamiento de su espalda y de los mecanismos que la debilitan;

de las posiciones que adopta durante 6 u 8 horas al día, ya sea en el trabajo o en su tiempo libre;

de saber si su físico está adaptado o no a su carga de trabajo y qué ejercicios pueden resultar beneficiosos para favorecer esta adaptación;

de la correcta dosificación de su actividad física y de la correcta ejecución de los ejercicios.

Sucederá lo mismo después de una intervención quirúrgica (hernia discal); si no cambia sus costumbres, dañará las zonas contiguas a la intervenida.

¿Está decidido y motivado? Sólo le falta encontrar a la persona que le haga comprender el origen de su dolor, como un auténtico coach, que se encargue de elaborar junto a usted una estrategia educativa y preventiva, y sobre todo que le anime a involucrarse en un programa.

“No será fácil encontrarlo”, pensará usted, porque si nuestro sistema actual es incorrecto, ¿quién está cualificado para presentar un nuevo modelo? Por eso, para ayudarle a “educar su espalda”, le propongo seguir mis consejos y el método descrito en este libro. Nadie puede adoptar las posturas correctas ni hacer ejercicio en su lugar. Pero verá que la fatalidad no existe: es posible actuar o reaccionar para prevenir sus problemas de espalda.

Mi concepto en pocas palabras...


Debido a que he tratado a muchos trabajadores procedentes de profesiones diferentes, he podido identificar sus necesidades y encontrar las soluciones para que puedan recuperar el bienestar en el trabajo. Basándome a la vez en lo vivido y en mi experiencia profesional, he desarrollado el concepto Kiné form & santé® y el método que pone en práctica sus principios.

El concepto se basa en concebir al individuo globalmente. El método, lógico y pedagógico, tiene como objetivo enseñarle a tomar conciencia de la realidad, ¡aportarle soluciones prácticas para usar como es debido el cuerpo, la espalda, la zona lumbar!

Utilizar la espalda convenientemente en cada momento sólo será posible si:

comprende su funcionamiento general;

consigue entender los movimientos básicos indispensables para su correcta gestión;

toma conciencia de sus errores y corrige sus hábitos en todo momento;

incluye en su rutina ejercicios de mantenimiento o de fortalecimiento de la espalda, unidos a ejercicios de relajación;

practica una actividad física con regularidad.

De este modo, conservará, o recuperará, una espalda estable y flexible. Podrá adaptar sus esfuerzos sin restringir sus actividades. Si sufre episodios dolorosos, conseguirá controlar y aliviar el dolor.

¡Ponga en marcha el mecanismo!

Mucho de su parte, un poco de la mía


La actitud de un buen número de personas con respecto a la espalda se halla reflejada en esta cita de Gide (Los alimentos terrestres, 1897): “El día que comprenda que el responsable de casi todos los males de la vida no es Dios sino los hombres, ya no se resignará a estos males.”

Cambie su rutina como he hecho yo: actualmente presto más atención a mi cuerpo y dirijo mis actividades deportivas hacia la práctica del deporte saludable. Puedo afirmar que la asimilación de buenos hábitos y la práctica diaria de ejercicios simples serán eficaces para su futura espalda.

Los buenos hábitos y la práctica diaria de ejercicios sencillos resultarán beneficiosos para su futura espalda.

Más tranquilo, orgulloso de haber recuperado la forma, ganará confianza, sus pensamientos serán positivos... ¡vivirá de otra manera!

La lumbalgia en cuestión


Unas estadísticas alarmantes

Cuando nos referimos al dolor de espalda, en el 90 % de los casos lo relacionamos con la región lumbar. Esta parte baja de la columna vertebral, habitualmente denominada “riñones”, está considerada como una víctima de los esfuerzos inconvenientes. Es uno de los focos de interés de la terapéutica actual; encuestas y estadísticas lo corroboran.

La lumbalgia: ¡la primera enfermedad profesional!

Según la Caisse national d’assurance maladie des travaillateurs salariés (CNAMTS), ocho de cada diez franceses han sufrido, sufren o sufrirán de la espalda; la lumbalgia constituye la primera enfermedad profesional. Por sí sola, la manipulación manual de cargas es la responsable de 256.000 casos de lumbalgia al año, es decir, el 35 % de los accidentes de trabajo.

Un sondeo sobre las dolencias que afectan a los adolescentes (durante el mes anterior al cuestionario) revela que las relacionadas con la espalda ocupan la segunda posición (justo por detrás del dolor de cabeza).

Según otra encuesta del Centre de recherche pour l’étude et l’observation des conditions de vie (Crédoc), realizada en 1995:

el 70 % de las personas en edad de trabajar han sido víctimas de al menos un episodio de...